Investigadores explican cómo sus bacterias intestinales causan ansiedad, según la ciencia

Investigadores explican cómo sus bacterias intestinales causan ansiedad, según la ciencia

Investigaciones anteriores han demostrado que una manipulación del equilibrio de bacterias en el intestino puede impactar en conductas similares a la ansiedad, pero este estudio es el primero que vincula ese equilibrio con el cerebro“~ Abigail Miller.

La ansiedad es un gran problema

Los investigadores estiman que sólo en Estados Unidos hay más de 40 millones de adultos que sufren de un trastorno de ansiedad. Este número equivale a 18 de cada 100 estadounidenses. En poco más de 20 años, los trastornos de ansiedad han aumentado en más de 67 por ciento.

Para la Asociación de Ansiedad y Depresión de América (ADAA), los trastornos de ansiedad “son la enfermedad mental más común en los Estados Unidos”. Lamentablemente, sólo alrededor del 37 por ciento de los que tienen un trastorno de ansiedad reciben el tratamiento adecuado.

¿Qué es un “trastorno de ansiedad”?

Trastorno de Ansiedad” es un término general que comprende una de las siguientes afecciones: Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), Trastorno de Ansiedad Social (DAE), Fobias Específicas, Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) y Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

Aparte del daño infligido a la vida de la persona, la ansiedad (que a menudo acompaña a la depresión) le cuesta a la economía estadounidense (por ejemplo, costos de atención médica y aumentos en los seguros) más de 40 mil millones de dólares al año.

¿QUÉ TIENE QUE VER EL INTESTINO CON LA ANSIEDAD?

Es un concepto erróneo común que todos los trastornos de la salud mental provienen de desequilibrios químicos dentro del cerebro. Ciertamente, la actividad neuroquímica en el cerebro desempeña un papel importante en muchos casos de enfermedades mentales, pero no en todos.

Un artículo publicado por la Harvard Medical School (HMS), titulado “La conexión intestinp-cerebro“, explica esta delicada relación. Aquí están los puntos destacados del artículo de HMS:

– El intestino puede enviar señales al cerebro y el cerebro al intestino.

– La angustia estomacal o intestinal puede interferir con la transmisión neuronal intestinal y del cerebro (“señalización”).

– Si la interferencia de la señal es severa, el estrés estomacal o intestinal puede “ser la causa o el producto” de ansiedad, depresión o estrés.

Nuestro “Segundo cerebro”

Si ante pensaba que nuestro cerebro y cuerpo eran complejos, ¡espere a leer esto!

¿Sabía usted que más del 90 por ciento de la serotonina -el neuroquímico responsable de un estado de ánimo estable- se produce en el intestino?

El intestino también está recubierto con una red de neuronas -células especializadas responsables de transmitir los impulsos nerviosos. Esta compleja red permite al intestino interactuar con el sistema nervioso central (SNC) -a saber, el cerebro- y viceversa.

La mayoría de las interacciones se producen entre ambos lados del eje intestino-cerebro. Curiosamente, los científicos se han encargado de llamar a este centro de comunicación el eje “cerebro-intestino”.

El eje intestinal y la salud mental

Nuestro tracto gastrointestinal (GI) es el hogar de miles de millones de bacterias saludables llamadas flora intestinal. Esta comunidad bacteriana es responsable de normalizar muchas funciones dentro del intestino incluyendo la digestión, síntesis y absorción de vitaminas y minerales, y la respuesta inflamatoria.

El eje intestinal-cerebro es el punto focal de muchos estudios sobre la salud mental y física.

Lo que los científicos han descubierto

Los científicos ya saben la conexión entre cerebro e intestinos. Sin embargo, recientemente los investigadores han encontrado que las bacterias intestinales tienen un impacto significativo en la salud mental.

Investigadores de la Universidad de Cork (Irlanda), por ejemplo, hicieron un descubrimiento innovador. Los “Reguladores genéticos” – genes que “codifican (proteínas)” juegan un papel fundamental en las enfermedades de ansiedad y son impactados por los niveles bacterianos en el intestino.

¿Qué significa esto para su salud?

Para evitar convertir este artículo en algo que se lee en algún libro de neurociencia, aquí está el estudio más sencillo:

– El estudio vincula las bacterias intestinales y la salud mental.

– Un regulador de genes, llamado microARN (miRNA), causó un alto nivel de ansiedad en ratones que carecían de las bacterias intestinales adecuadas.

– Inyectar miRNA en ratones alivió los síntomas de ansiedad previos.

– Los hallazgos sugieren que un equilibrio saludable de bacterias intestinales es necesario para una regulación apropiada del miRNA.

– A su vez, el miRNA puede tener un efecto directo sobre los niveles de ansiedad en humanos.

– El estudio podría llevar a la fabricación de tratamientos que se dirigen más específicamente al intestino que al cerebro.

Implicaciones del tratamiento

El estudio de la Universidad de Cork es el primero de su tipo en asociar el equilibrio microbiano dentro del intestino a áreas específicas del cerebro.

El Dr. Gerald Clark, autor principal del estudio, explica:

Este (estudio) es importante porque estos miRNAs pueden afectar (procesos) fundamentales para el sistema nervioso central y en las regiones cerebrales, como la amígdala y la corteza prefrontal (PFC)“.

La amígdala es un área primitiva, diminuta y en forma de nuez del cerebro que se cree que es responsable de las emociones. El PFC es la “región ejecutiva” de nuestro cerebro, y es responsable de varias funciones importantes (planificación, toma de decisiones, comportamiento social, etc.)

Si los científicos replicaran con éxito estos hallazgos, podría marcar una gran diferencia para las personas que sufren de ansiedad. Existiría entonces la posibilidad de tratar mejor un trastorno mental tan generalizado y que cambia la vida.

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