Un nuevo estudio relaciona comer patatas fritas con un mayor riesgo de muerte prematura.
Los investigadores observaron a 4.440 personas de entre 45 y 79 años de edad y encontraron que durante más de ocho años, en los que comieron patatas fritas y patatas chips dos o más veces a la semana, tenían el doble de riesgo de muerte prematura que aquellos que no comieron patatas fritas, informó CNN.
El estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition no prueba una relación directa entre el consumo de patatas fritas y la muerte temprana, pero “creemos que el aceite de cocina, rico en grasas trans es un factor importante en la explicación de la mortalidad en las personas que comen más patatas“, dijo Nicola Veronese, autor principal del estudio y científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Padua, Italia.
Las grasas trans se han demostrado que incrementan los niveles de colesterol LDL (“colesterol malo”) en la sangre, lo que puede conducir a enfermedades del corazón, informó CNN.
Veronese dijo que espera que el estudio alerte a las personas que comer patatas fritas “puede ser un importante factor de riesgo para la mortalidad. Por lo tanto, su consumo debe ser muy limitado.”
Pero Veronese también señaló que “otros factores importantes“, tales como la obesidad, la inactividad y el alto consumo de sal también pueden ser factores en el aumento del riesgo de muerte prematura entre las personas que suelen comer patatas fritas.
El estudio no proporciona “evidencia” de que el consumo de patata en sí mismo puede aumentar el riesgo de muerte prematura, dijo Susanna Larsson, profesora asociado en el Instituto de Medicina Ambiental, Instituto Karolinska de Suecia, a CNN.
Ella no participó en este estudio, pero realizó su propio estudio de consumo de patatas y no encontró ninguna relación entre el consumo de patatas y un mayor riesgo de enfermedades del corazón.
La amenaza de comer patatas fritas y otros alimentos ricos en almidón, con un potencial cáncer, estaría relacionada con un compuesto químico llamado acrilamida, de acuerdo con Stephanie Schiff, una dietista registrada en el Hospital de Huntington Northwell Salud en Huntington, Nueva York.
La acrilamida es “una sustancia química producida cuando los alimentos ricos en almidón, tales como patatas, se fríen o se asan al horno a una temperatura alta“, explicó Schiff en un correo electrónico a CNN.
“Usted puede reducir su ingesta de acrilamida al hervir o cocer al vapor los alimentos con almidón, en lugar de freírlos“, dijo Schiff. “Y si fríe los alimentos, hágalo con rapidez.”
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