La mayoría de nosotros generalmente tenemos asumido que la inteligencia se hereda de ambos padres. Pero eso no es exactamente así. Sólo hay un padre que se lleva el mérito y es – redoble de tambores por favor – ¡mamá!
A partir de un extenso estudio, ahora sabemos que la inteligencia se transmite a través de ‘genes condicionados‘. Estos genes condicionados en particular están en el cromosoma X – de los cuales las mujeres contienen dos.
¿Pero qué son exactamente los genes condicionados y por qué son importantes? A continuación la respuesta.
Inteligencia y los genes condicionados
Los genes condicionados se comportan de manera diferente dependiendo de cuál de los padres proceden.
Investigadores alemanes fueron pioneros en este concepto en 1984. Robert Lehrke ha continuado estudiándolos en los últimos años. Él encontró que los genes de papá van al sistema límbico, mientras que los de la madre van directamente a la corteza cerebral.
Ambas son áreas del cerebro pero hacen cosas muy diferentes. El sistema límbico se ocupa de las emociones, el instinto y el estado de ánimo. La corteza cerebral se encarga de la inteligencia.
En otras palabras, cuando la madre transmite genes asociados con una gran inteligencia, terminarán justo donde deben estar. Si papá pasa esos mismos genes – recuerde, los hombres tienen un solo cromosoma X – nunca llegarán a la zona que los necesita.
Debido a estos hallazgos, los psicólogos dicen ahora que el mejor predictor de la inteligencia de un niño es el coeficiente intelectual de su madre.
Tómese un momento para apreciar lo irónico que es este descubrimiento. Durante gran parte de la historia humana, hemos atribuido la inteligencia a los hombres, mientras que atribuíamos las emociones a las mujeres. Estos hallazgos demuestran que lo cierto es exactamente lo contrario, respecto al desarrollo genético.
Aunque esto definitivamente otorgará algunos derechos de fanfarronear a las madres, les recomendamos que no se exciten demasiado. Los psicólogos estiman que los genes sólo representan entre 40% y el 60% de la inteligencia. El resto depende del entorno y del estilo de crianza – de los que ambos padres son una parte importante.
Curiosamente, las investigaciones muestran que los papás, después del nacimiento de su hijo, tiene un impacto mucho mayor en su inteligencia. Los niños que pasan más tiempo con sus padres terminan con niveles más altos de CI.