11 hábitos malos que agotan tu energía

11 hábitos malos que agotan tu energía

Hábitos malos: introducción

Un estudio de Allied Intelligence cifraba este mercado en 53.000 millones de dólares a nivel mundial en 2018, y estimaba un crecimiento anual de más del 7% hasta el año 2026, en el que alcanzaría un tamaño de 86.000 millones de dólares.

Son cifras absolutamente alucinantes. Monster, Redbull y otras compañías han creado una corriente de ingresos de miles de millones de dólares a partir de nada más que una potente mezcla de agua, azúcar, cafeína y otros estimulantes legalizados. La industria de las bebidas energéticas es la prueba más clara de la crisis energética a la que nos enfrentamos casi todos.

Las empresas de bebidas energéticas han logrado sacar provecho de un problema sistémico subyacente en nuestra sociedad: la falta de energía.

Este letargo que muchos de nosotros experimentamos es un subproducto de una sociedad en la que debemos trabajar más para ganar menos, sin dejar de gestionar nuestras obligaciones diarias.

Hoy en día es más común que alguien tenga dos trabajos, que duerma menos y que tenga menos tiempo para el ocio y la familia. En otras palabras, hay demasiadas cosas que hacer y no hay suficiente tiempo para hacerlas.

Aunque las tendencias económicas actuales no muestran ningún signo de cambio, hay cosas que podemos hacer para aumentar, conservar y gastar nuestra energía de manera más prudente. Un aspecto de esto es reconocer y abstenerse de los malos hábitos y agotadores de energía.

AQUÍ HAY 11 HÁBITOS MALOS QUE AGOTAN TU ENERGÍA:

1. PREOCUPARSE POR LO INSIGNIFICANTE

Todos hemos escuchado esta frase antes: “No te preocupes por las cosas pequeñas“. Esto es simple en teoría, pero difícil en la práctica.

La preocupación y la ansiedad van juntas como los guisantes y las zanahorias. Como muchas de nuestras tendencias, la preocupación está genéticamente codificada en nuestro ADN. La única diferencia es que, mientras que nuestros antiguos antepasados se preocupaban por ser atacados en la naturaleza, nosotros nos preocupamos por nuestros trabajos, familias, salud, dinero y una multitud de otras cosas.

La respuesta está en separar la preocupación significativa de la insignificante. No hay necesidad de pensar demasiado en todo. Si una preocupación legítima necesita ser rectificada, entonces actúa lo antes posible. Por otro lado, date cuenta de que la mosca que zumba alrededor de tu teclado probablemente desaparecerá, como cualquier otra pequeña preocupación.

2. PERMITIR QUE EL PASADO GOBIERNE

Es posible que hayas experimentado algunas situaciones muy difíciles en el pasado. Algunos de nosotros incluso hemos experimentado traumas por estos eventos.

Esta es la cuestión: nunca aceptarás completamente tu presente y futuro sin confrontar el pasado. Para confrontar el pasado, primero debes darte cuenta de la importancia de hacerlo.

Las complicaciones emocionales y mentales subyacentes requieren la búsqueda de ayuda personal o profesional (terapéutica/médica).

Una vez que te hayas dado cuenta de su importancia y tal vez incluso hayas buscado ayuda, debes dejar atrás el pasado y centrarte en el futuro.

Date cuenta de dos cosas: (1) eres más fuerte de lo que crees, y (2) eres más fuerte habiendo pasado por el fuego. Ahora estás más preparado para enfrentarte a cualquier reto que puedas tener en el futuro.

3. RESISTENCIA AL CAMBIO Y AL CRECIMIENTO

La resistencia al cambio y al crecimiento se debe generalmente a la sensación de pérdida de control y al exceso de incertidumbre.

Realmente no hay otra solución que comprobar tu potencial, y luego centrar tus esfuerzos en alcanzar tu potencial. Esto incluye concentrarse, día tras día, en cada pequeña tarea hasta que alcances tus objetivos. Eventualmente, este enfoque orientado a la tarea se convierte en un hábito, manifestándose en el logro y el éxito.

4. PARTICIPAR EN EL DRAMA Y LA NEGATIVIDAD

El drama y la negatividad pueden ser internos o externos; en aislamiento o en compañía de otros. Independientemente de su orientación, el drama y la negatividad es perjudicial para tu energía.

Si tu fuente es interna, recuerda que no eres tus pensamientos negativos. Nuestros cerebros son increíblemente complejos y, como resultado, gran parte de nuestro pensamiento es de naturaleza impulsiva. El secreto está en entender este simple hecho y permitir que estos pensamientos simplemente se desvanezcan.

Si son externos, elimina la fuente – deja de andar por ahí y permite a las personas negativas entrar en tu círculo interno. Presta atención si es necesario, pero no participes en la negatividad o el drama.

5. USAR EL MIEDO COMO EXCUSA

El miedo puede ser la razón por la que no estás logrando lo que quieres. Afrontar racionalmente el miedo es una de las mejores maneras de no sólo gestionar tu energía, sino de lograr el éxito.

A menudo, el miedo es tan automático como el pensamiento negativo. Cuando tomas control consciente de tus pensamientos y afrontas el miedo, te haces más fuerte. La respuesta está en tomar acción hacia lo que quieres en la vida… poniendo efectivamente el miedo en un fondo distante.

6. TOMAR LAS COSAS PERSONALMENTE

Siendo criaturas sociales, a menudo nos definimos a través de las relaciones que tenemos. Estas relaciones variarán en eficacia e intimidad. En otras palabras, hay personas con las que “conectamos” y otras con las que no.

La falta de conexión con alguien no significa necesariamente que te desagrade personalmente… a menudo no es así. Probablemente hay una diferencia en la personalidad, la interacción social o algo más. No te tomes las cosas como algo personal.

7. PERMANECER EN PILOTO AUTOMÁTICO

Según un estudio de 2010 presentado en Psychology Today, los cerebros humanos están en “piloto automático” casi la mitad del tiempo. En otras palabras, nuestras mentes están vagando de una cosa a otra.

El hallazgo más significativo del estudio es que las personas son las más infelices mientras están en piloto automático. ¿La solución? Ser consciente y estar presente en lo que haces. Estar presente es un hábito; algo que es una habilidad que debe ser aprendida y que reside innatamente en nosotros.

Ser consciente no es difícil, recordar ser consciente sí lo es. Pero cuando recordamos estar atentos, aumentamos nuestra felicidad y energía.

8. AFERRARSE A LA IRA Y AL RESENTIMIENTO

La ira y el resentimiento generalmente se vinculan a vivir en el pasado. Estas son emociones y pensamientos negativos de “piloto automático”, que pueden ser descartados.

La ira y el resentimiento son extremadamente contraproducentes para tu energía y no vale la pena el coste mental y físico. Suelta la ira y el resentimiento, y te liberas para tener algo de energía positiva.

Hay que repetir: no eres tus pensamientos negativos (¡lee el punto número 4, si es necesario!)

9. ESTAR EN AMBIENTES NEGATIVOS

Someterse continuamente a un ambiente negativo; ya sea en el trabajo, en la casa o en otro lugar, no debería ser aceptable para ti. Necesitas tomar conscientemente el control de la situación y hacer un cambio para mejorar.

Empieza por dar algunos pequeños pasos proactivos para salir de la situación actual. Por ejemplo, si el trabajo está agotando tu energía o tu ambición, dedica una hora cada día a solicitar empleos o a actualizar tu currículum.

Si tus hijos se están metiendo en problemas en la escuela, dedica un tiempo a discutir la importancia de la educación con ellos. Dar el primer paso suele ser el más difícil cuando se trata de hacer un cambio significativo en el entorno, pero vale la pena hacerlo.

10. NO RECIBIR UNA NUTRICIÓN ADECUADA

La comida es combustible para nuestros cerebros… literalmente. Los alimentos producidos en masa, empaquetados y procesados están saturados de grasa, azúcar, sal y conservantes que son perjudiciales para el cerebro y el cuerpo.

Un estudio de WebMD sugiere añadir algunos “súper alimentos” a tu dieta para aumentar las posibilidades de mantener un cerebro saludable. Algunos ejemplos: arándanos, salmón, nueces y semillas, aguacate, granos enteros, judias, jugo de granada, e incluso chocolate negro.

Los beneficios de estos alimentos van desde el aumento de la energía hasta la reducción del riesgo de trastornos graves como demencia y enfermedades cardíacas.

11. NO DORMIR LO SUFICIENTE

No me sorprende… nuestras agitadas vidas (otra vez) afectan negativamente a algo imprescindible: el sueño.

En pocas palabras: el sueño es absolutamente esencial para la salud del cerebro, la energía y la salud física. El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) relaciona la deficiencia de sueño con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, enfermedades renales, presión arterial alta, diabetes y derrames cerebrales.

El NHLBI recomienda como mínimo 7-8 horas de sueño al día. Sin embargo, es posible que tengas que organizar tu horario y asegurarte de que te adaptas a él. Al hacerlo, aumentarás tu energía, eficiencia y bienestar general.

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Fotografía: Canva



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