Cuando se trata de su dieta y evitar el cáncer de mama, el mejor nutriente que podría estar poniendo en su cuerpo es el yodo. Aunque el yodo se asocia sobre todo con la tiroides, las mujeres realmente almacenan más yodo en sus pechos que en la tiroides. Esto hace que el yodo sea crucial para la salud de los pechos de una mujer.
El yodo es la manera natural de proteger a los bebés, ya que es fundamental para el desarrollo del cerebro en los bebés. El almacenamiento de yodo en los senos asegura que los bebés reciban una buena cantidad de yodo. Pero una deficiencia de yodo no sólo es mala para los bebés, las mujeres con una deficiencia de yodo son más propensas a desarrollar cáncer de mama.
El cáncer de mama y un nivel bajo de yodo
Cuando nuestros cuerpos están experimentando niveles bajos de yodo, los ovarios comienzan a producir más estrógenos. Los niveles más altos de estrógeno que circulan a través del cuerpo, elevan el riesgo de cáncer del aparato reproductor, incluyendo el cáncer de mama. Estar baja en yodo también aumenta la sensibilidad a los estrógenos en los senos, haciéndolos más susceptibles al cáncer de mama, ya que aumenta la ingesta de estrógenos.
El Dr. Bernard Eskin, un pionero en la investigación del yodo, descubrió que con una deficiencia de yodo en el tejido mamario se es más propensa a tener cambios precancerosos y el yodo podría revertir esos cambios. Los estudios de laboratorio mostraron que el yodo llevó a la muerte celular del cáncer, y suprimió el crecimiento del tumor, sin dañar las células sanas.
Las mujeres y el yodo hoy en día
En Japón, las tasas de cáncer de mama es un 66% menor que muchos países de nuestro entorno, y el yodo es la diferencia. La recomendación de yodo es de 150 microgramos por día (220 si está embarazada o 290 si está amamantando), pero en Japón, las mujeres están recibiendo casi 25 veces más. En promedio, consumen entre 3 y 13 miligramos de yodo al día.
La diferencia también se atribuye a la dieta occidental que es deficiente en yodo. Desde la década de 1920, la mayoría recibimos nuestro yodo de la sal, gracias a que se añadió yodo a la sal para prevenir el bocio. Pero en las últimas décadas, las mujeres han comenzado a huir de sal llevándolas a experimentar una falta de yodo en la dieta. Desde la década de 1970, las tasas de deficiencia de yodo se han cuadruplicado.
Las toxinas ambientales también han dado lugar a la deficiencia de yodo. Un grupo de productos químicos conocidos como haluros se une a los receptores de las células destinadas para el yodo, no permitiendo que nuestro cuerpo absorba y utilize el mismo.
Fuentes naturales de yodo
Si usted tiene deficiencia de yodo, aún puede aumentar sus niveles y prevenir y curar cualquier problema de salud. Mientras que nuestro cuerpo no puede producir de forma natural el yodo, hay algunas grandes fuentes naturales que podemos comer para conseguirlo. Estas incluyen mariscos y pescados (salmón, langosta, atún, camarón), arándanos, patatas, judías blancas, y huevos.
Pero la mejor fuente de yodo es, con mucho, las algas marinas. La dieta japonesa es una gran defensora de las algas y por eso tienen muchas variedades diferentes y las utilizan. Usted puede comprar algas secas en muchos supermercados.
Las algas tiene 10 veces más yodo que cualquier otro alimento. Un estudio japonés ha encontrado que el yodo es más eficaz que el fluorouracilo, un medicamento de quimioterapia cuando se trata el cáncer de mama. Las algas secas se pueden añadir cuando se están cocinando frijoles o judias, estofados, sopas e incluso se puede añadir gránulos de algas marinas orgánicas a su consumo de sal yodada para sazonar los alimentos.
Protéjase de los riesgos innecesarios y luche contra al cáncer de la manera correcta, a través de una dieta adecuada que le proteja de adentro hacia afuera.
Por favor, COMPARTA esta importante información de salud con sus amigos y familiares. ¡Gracias!
El consejo de su médico es importante. Lea nuestra información adicional
