Así puede reforzar el sistema inmunológico ahora mismo

La mayoría de nosotros hemos pasado por la vida sin pensar mucho en nuestro sistema inmunológico. Pero está ahí. Siempre hemos confiado en que hace lo mejor que puede para protegernos de las infecciones y el cáncer. ¡Pero eso ha cambiado!

Nuestro sistema inmunológico es ahora lo más importante, ya que hacemos todo lo posible para mantenernos a salvo del COVID-19.

Tienes cierto control sobre la salud de tu sistema inmunológico. Una buena nutrición puede ser lo primero que te venga a la mente cuando pienses en reforzar tu inmunidad, pero no es el único hábito saludable que marca la diferencia. El ejercicio puede ser una poderosa herramienta para mantenerte a salvo de las enfermedades.

Así que, aunque entiendo que esta nueva normalidad puede servir de excusa fácil para ser perezoso, no dejes de hacer ejercicio: es más importante ahora que nunca.

Hablemos primero del ejercicio moderado: un nivel de ejercicio equivalente a una caminata rápida. La mayoría de nosotros vivimos en una zona en la que un paseo rápido al aire libre sigue siendo perfectamente seguro.

Sólo hay que mantener una distancia social adecuada, manteniendo al menos dos metros entre tú y cualquier otra persona. O súbete a esa cinta de correr que lleva demasiado tiempo sirviendo de percha.

Con cada paseo, tu sistema inmunológico se fortalece un poco más. La actividad de las células del sistema inmunitario que luchan contra los gérmenes aumenta: estas “células asesinas naturales” son especialmente hábiles para eliminar a los invasores peligrosos.

Con cada entrenamiento, nuestro sistema inmunológico también bombea anticuerpos naturales y citoquinas antiinflamatorias para ayudar a eliminar a los atacantes. Con el tiempo, estos aumentos temporales pueden reforzar de forma permanente nuestro sistema inmunitario y reducir la inflamación, por lo que es fundamental desarrollar un hábito de ejercicio constante.

Las noticias son aún mejores para aquellos que no practican ejercicios vigorosos como el running. Las sesiones prolongadas (más de 60 minutos) de ejercicio de alta intensidad pueden aumentar las hormonas del estrés, lo que puede reducir la actividad del sistema inmunológico.

Esto no ocurre con el ejercicio moderado. Tampoco es necesario dar paseos rápidos muy largos para obtener los beneficios. Las investigaciones demuestran este efecto positivo en nuestro sistema inmunitario con el ejercicio moderado de menos de 60 minutos.

¿Cómo empezar si aún no eres activo? Simplemente muévete hoy más que ayer. Lo mejor es ir poco a poco. Si la actividad a la que estás más acostumbrado es estar sentado, no haces ningún bien al lanzarte a hacer un ejercicio intenso. Evita las lesiones acostumbrando a tu cuerpo a moverse. A medida que te sientas más cómodo, puedes ir subiendo poco a poco de nivel. Poco a poco.

Tanto para los principiantes como para los experimentados, es más fácil que nunca hacer un buen ejercicio en casa. No es necesario ningún tipo de equipamiento. Si te gusta levantar pesas, ahora es un buen momento para invertir en un buen juego.

Muchos expertos en fitness han optado por la enseñanza y las clases por Internet. Si todo esto es nuevo para ti o llevas un tiempo fuera del juego, busca entrenamientos para principiantes o ligeros, o que ofrezcan modificaciones para los que acaban de empezar.

Si estás preparado para pasar al siguiente nivel, las aplicaciones de fitness y los programas en Internet están por todas partes hoy en día. Encuentra algunos gurús del fitness favoritos en las redes sociales. Muchos crean entrenamientos diarios gratuitos para principiantes y avanzados.

Para completar tu rutina de hábitos saludables que refuerzan el sistema inmunológico, consume muchas verduras y proteínas magras, una o dos raciones de fruta al día, duerme entre 7 y 8 horas por la noche (mantén un horario regular, como hacías cuando trabajabas fuera de casa) y busca formas de reducir los efectos del estrés.

El ejercicio es una gran herramienta para combatir el estrés, junto con los ejercicios de respiración profunda. Tu sistema inmunológico te lo agradecerá.